Sangrado Libre, Menstruación Consciente

Ante la expresión Sangrado Libre imaginamos unas piernas de mujer completamente manchadas de sangre y un gran charco granate formado a su paso, ¿cierto? Al menos eso fue lo que pensé la primera vez que oí hablar de esta técnica. Y es que son muchos siglos de ocultar y rechazar la menstruación para que sea tan sencillo volver a familiarizarse con algo así; y digo “volver” porque esta es la forma en la que antiguamente menstruaban las mujeres de nuestras ahora tan urbanizadas tierras y en la que actualmente lo siguen haciendo las mujeres del mundo que no han perdido su unión con la Tierra y consigo mismas.

Fotografía de Isa SanzEn los últimos años están a la orden del día distintos métodos de “higiene” femenina alternativos a las compresas y tampones desechables, por ejemplo la copa menstrual, las compresas de tela o los tampones de esponja marina. Pero hay uno más: no usar nada. Nada, nada. Como se lee. La técnica del sangrado libre se basa en tomar conciencia de nuestro cuerpo y escuchar a nuestro útero hasta el punto de saber cuando es necesario expulsar sangre menstrual.

Pero empecemos por el principio. Lo que nos hace poner cara de poker ante esta opción es la creencia de la cantidad de menstruación que el útero expulsa; ni es tanta como creemos ni sale a presión y sin control como si de un grifo abierto se tratara. En realidad la expulsión se puede llegar a controlar, igual que la orina, con práctica y paciencia; si nos paramos a observar las reacciones de nuestro cuerpo podremos aprender de ellas y llegar a predecirlas. ¿Acaso no somos capaces la mayoría de las veces de saber cuándo va a venir nuestra regla por la sensación que tenemos en el bajo vientre?

Las primeras veces se recomienda estar en casa y, si así lo preferís, permanecer sentadas sobre una toalla o sábana para evitar la aparición de manchas no deseadas. Una vez preparadas, simplemente hay que estar “alerta”, es decir, poniendo atención a lo que el cuerpo y sobretodo el útero quiere decirnos.

El útero avisa siempre, lo que pasa es que no solemos escucharlo. Cuando está listo para vaciar suelen entrarnos ganas de orinar, pero sin la urgencia que las acompaña normalmente; si hacemos caso y vamos al baño como si fuésemos a orinar, veremos que soltamos sangre. Otro aviso es una sensación parecida al dolor en el bajo vientre propio de los días de menstruación; cuando eso suceda, repetimos: vamos al baño y expulsaremos sangre. También es común sentir que empieza a gotear la sangre; si nos damos un poco de prisa, llegaremos al baño para expulsar la sangre. Lo único que tenemos que tener en cuenta es que debemos relajar todos los músculos del cuerpo, sobretodo los de la boca y la vagina (muy relacionados entre sí).

Las primeras veces es muy posible que sintamos que tenemos que ir al baño cada diez minutos, pues acostumbrar a los músculos es un proceso parecido al que usamos cuando somos pequeños y aprendemos a vivir sin pañales. También seremos conscientes de cómo se contrae el útero para expulsar el endometrio.

Evidentemente no es una práctica adaptable para todas las situaciones, ni es necesario que la practiquemos todas ni que la practiquemos siempre. No hace falta que vayamos a todas partes sin nada, lo importante es tomar consciencia y saber que hay algo más a parte de lo que nos han contado. Es una buena forma de ser conscientes de cómo el mundo dónde vivimos nos va distanciando de nuestro cuerpo hasta el punto de hacernos creer que nuestras experiencias corporales no encajan en él. Establecer conversaciones con nuestro útero ayuda a comprender nuestro cuerpo y a entender sus necesidades que al fin y al cabo son las nuestras. Conocernos y aceptarnos es el primer paso para cambiar el mundo.

¿Te animas a practicar el sangrado libre y la menstruación consciente?

Autora: Lara Manzanera López. Terapeuta energética y de feminidad. www.energiaenfemenino.es –
Imagen: ©Isa Sanz http://www.isasanz.com/

Subscríbete a nuestro newsletter

Consigue descuentos, entérate de las últimas novedades y actividades...