5 elementos que pueden alterar nuestras hormonas sin nosotras ser conscientes
La mujeres solemos oír la palabra «hormonas» desde pequeñas, y aunque no sabemos de qué se trata, se presenta como algo preocupante. El sistema endocrino es uno de los mecanismos de control más importantes de nuestro organismo, junto con el sistema nerviosa, ya que las hormonas juegan un rol fundamental para el equilibrio de nuestra salud. Son altamente sensible y una pequeña variación puede generar desequilibrios que se manifiestan de diferentes maneras. En nuestro mundo tecnificado poco se habla de los agentes externos que pueden modificar nuestro sistema endocrino, por eso os presentamos de forma breve 5 elementos que pueden altrerar nuestras hormonas sin nosotras ser conscientes.
La alteradores hormonales o disruptores endocrinos (EDS), segun Romano D. (2014, p.5) «son sustancias que se pueden encotrar en nuestros alimentos, productos y artículos de consumo habitual, que poseen una gran incidencia en enfermedades del sistema reproductor (infertilidad, pubertad precoz, malformaciones, etc), en el cáncer (de ovários, mama, testiculos, tiroides) y en las enfermedades neurológicas y metabológicas (obesidad, diabetes y síndrome metabólico)». Además de afectar a nuestra salud, también transtornan el ecosistema que nos rodea y la fauna silvestre.
Así pues, éstos alteradores hormonales los encontramos en:
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Alimentos y plásticos
Principalmente en productos cárnicos, lácteos, pescados y mariscos que contengan Compuestos Orgánicos Persistentes (dioxinas, PCB, HCB), perfluoradas (PFOS, PFOA), bromadas (PBB, PBDE), ftalatos (BBP, DBP, DEHP) y Bisfeno-A, que lo encontramos en los recubrimientos interiores de latas, empastes dentarios, envases de comida o bebida y tapones.
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Detergentes
Que tengan alquilfenoles (nonilfenoles, octilfenoles, etc)
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Productos cosméticos, de higiene y fragancias cosméticas
Que contengan parabenos, triclosan, filtros UV (BP2, BP3, 4MBC, OMC), almizcles (MX, HHCB, AHTN)
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Disolventes
Como el estireno, el percloroestileno, el triclobenceno, el resorcinol, las parafinas cloradas, etc.
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Fertilizantes y otros productos que contengan metales y metaloides
Como el plomo, cadmio, níqul, mercurio, compuestos organoestáticos y arsénico
Como vemos, estamos rodeadas y no es fácil escapar de éstos alteradores hormonales, pero con pequeños cambios podemos ir reduciéndolos de nuestras vidas. Podemos modificar nuestra alimentación, eliminando el azúcar refinado, la carne de ternera, pollo y cerdo intervenida con hormonas de crecimiento, las verduras enlatadas y la soja transgénica. También podemos cambiar los productos cosméticos que contengan algunos de los ingredientes nombrados, por otros menos agresivos; dejar de usar tampones y pasarse a la copa menstrual, y sobretodo leer las etiquetas de los alimentos y productos de higiene personal, para saber de qué están compuestos.
Bibliografía:
Más información:
Programa Internacional de Seguridad de las Sustancias Químicas de la OMS
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