Dolor menstrual

Dolor menstrual¿Dolor menstrual? Yo también. De vez en cuando también convivo con lo que difusamente llamamos “dolor menstrual“. Hace años, ese termino difuso de dolor que compartíamos casi todas mis amigas y yo, se convirtió para mí en un diagnóstico de ovarios poliquísticos y endometriosis después de pasar una noche en urgencias debido al fuerte dolor pelviano. Entonces entendí que tenía que cambiar algo, buscar la respuesta a mi dolencia en mi interior. Empecé a conectar con mi útero a través de la danza del vientre. Luego empecé a hacer relajaciones del útero casi a diario. Leí todo lo que encontraba sobre el ciclo menstrual y aprendí sobre mi sangre y mis arquetipos en varios cursos y talleres. Sí, el dolor desaparecía poco a poco. Se transformó. Se convirtió en palabras y emociones, en una nueva conexión con mi cuerpo femenino. Descubrí el impacto del estrés sobre nuestro útero y ovarios, lo importante que es escucharse y sentirse. Un efecto secundario fueron los orgasmos intensos, la posibilidad de poder controlar la sangre menstrual y no tener necesidad de usar compresas o tampones, y poder sentir mi útero palpitar cuando me emociono.  Algo, que creo que todas las mujeres estamos diseñadas para sentir y experimentar, si no fuera por la ignorancia y desconocimiento que cubre nuestra sociedad.

A veces vuelvo a tener un dolor difuso durante la menstruación. Aparece cuando estoy demasiado cargada de trabajo y auto presión… o simplemente no estoy en el aquí y ahora como debería estar. Pero en vez de tomarme una pastilla para aliviarlo, intento escuchar lo que mi cuerpo me quiere decir. Si escucho atentamente mi cuerpo no tiene necesidad de gritar en forma de dolor.

No soy médico. No sé las causas biológicas de los dolores menstruales, pero por mi propia experiencia y las experiencias de muchas mujeres en mis talleres y a mi alrededor he sacado algunas conclusiones.

1) El dolor menstrual debido al estrés, la auto presión y la competitividad.
Antiguamente se solía decir que la endometriosis era la enfermedad de la mujer trabajadora. La sufría las mujeres que competían en un mundo patriarcal por demostrar su valía. Por querer hacerlo todo, abarcarlo todo. Tantas, tantas veces he comprobado como el estrés influye negativamente en el dolor menstrual. Muchas veces basta con parar el ritmo y escucharse. Si siento que el dolor que tengo es de ese tipo sé lo que tengo que hacer. Unos minutos de relajación y luego bajo la atención a mi pelvis. Actúo y siento desde ahí para evitar la competitividad y presión que nace en la mente. Digo a las personas que tengo a mi alrededor que mi cuerpo necesita descanso y me deshago de todas las obligaciones posibles. Me dejo estar. Me acepto.

2) Dolor menstrual debido a un útero tenso.
El útero es un músculo liso. No la podemos controlar voluntariamente, pero igual que el corazón es afectado por nuestras emociones también lo es el útero. Si sentimos miedo nuestro corazón se acelera. No podemos voluntariamente bajar el ritmo, pero todos sabemos que si nos relajamos, el ritmo del corazón también enlentecerá. Cuando sentimos miedo nuestro útero se contrae y aunque no podemos relajarlo voluntariamente podemos hacerlo relajándonos y relajando los músculos alrededor. Igual que todas las emociones afectan a nuestro corazón, también afectan a nuestro útero. El útero en muchas culturas es llamado el segundo corazón, es de ahí donde nacen nuestros hijos y proyectos. Es un órgano vivo que es afectado por todo lo que pasa en el resto del cuerpo.

3) Un útero lleno de sangre menstrual que necesita vaciarse.
Desde hace un año no uso tampones ni compresas si no lo que suelen llamar sangrado libre. Consiste en controlar el fluyo de la sangre, sentir cuando el útero está lleno y necesita vaciarse y en ese momento dirigirse al baño y soltar la sangre. Cuando el útero está lleno de sangre empieza a mandar mensajes al cerebro a través del cuello del útero que funciona como un esfínter. Si no vacías la sangre manda señales más fuertes, incluso dolorosas. Lo suelo comparar con cuando tienes muchas ganas de orinar o defecar pero te aguantas. Primero el cuerpo te manda señales suaves, pero luego es casi doloroso si te sigues aguantando. Con el sangrado menstrual pasa lo mismo.
Entonces, como yo creo firmemente en que todas las mujeres están diseñadas para poder controlar su sangrado menstrual, ¿qué pasa cuando sus úteros se llenan de sangre pero la mujer no recibe o entiende el mensaje que le manda su útero? ¿Cada vez sentirá ese dolor punzante hasta que se produce la descarga y se llena la compresa o el tampón de sangre? Si es así, quizás gran parte del dolor menstrual que sentimos es sólo eso, un mensaje natural y útil de nuestro cuerpo que no sabemos descifrar.

Ojalá se pudiera destinar dinero y esfuerzo para investigar las causas del dolor menstrual y cómo funciona el sangrado de verdad. No la parte puramente biológica que ya conocemos, si no la raíz del problema. Para mí, es imposible separar el cuerpo físico del cuerpo energético y emocional, y la científica y la psicología ya ha reconocido la importancia de las emociones y el estrés sobre tantas enfermedades y órganos del cuerpo. A qué estamos esperando para reconocerlo también cuando hablamos de la menstruación? El día a día de tantas mujeres que está controlado con hormonas y pastillas, que quizás mejoraría con simplemente concienciarse y conectar con sus cuerpos femeninos a otro nivel. 

Autora: Sofia Nikander. Doula, profesora de danza, organizadora e impartidora de talleres para mujeres. danzademujer.blogspot.com

Imagen: Isa Sanz.  www.isasanz.com

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