CANDIDAS VAGINALES: Qué son y cómo combatirlas
La candidiasis es una infección causada por un tipo de hongo llamado Candida. La más común en nuestro organismo es la Candida Albicans.
De forma natural se encuentran en el medio ambiente, animales, alimentos y forman parte de la flora de los humanos en la piel, intestinos, aparato genitourinario y con la flora bacteriana mantienen el equilibrio intestinal y el pH.
La flora intestinal y vaginal y el sistema inmunitario nos ayudan a mantener estas levaduras en equilibrio. Su origen acostumbra a ser intestinal, aunque tengamos candidiasis vaginal.
Las candidas mucocutáneas son las más comunes:
– Candidiasis oral o muguet.
– Sobreinfección por candidas de algunas dermatitis como la dermatitis del pañal.
– Dermatitis en zonas de doblamientos en las personas muy obesas.
– Candidiasis vulvovaginal, infección de la vagina que muchas mujeres tienen en algún momento de su vida.
Causas
Hay factores que pueden deprimir el sistema inmunitario y desequilibrar la flora intestinal, causando el crecimiento excesivo de estas levaduras:
– Azúcar o carbohidratos refinados: Este es el alimento principal de las candidas.
– Consumo habitual de agua del grifo: El cloro destruye la flora, y el fluor deprime el sistema inmunitario.
– Antibióticos, cortisona y hormonas sexuales sintéticas: Los antibióticos destruyen la flora intestinal bacteriana, pero no las Candidas.
– Embarazo: las glándulas endometriales producen glucógeno, que favorece el crecimiento de las Candidas vaginales.
– Estrés: El exceso de cortisol deprime el sistema inmunitario, aumenta los niveles de glucosa y destruye la flora bacteriana intestinal.
– Disminución de las secreciones digestivas: La falta de ácido clorhídrico y enzimas digestivas impiden la correcta digestión de los alimentos, produciendo fermentación y putrefacción intestinal. Esto genera substancias irritantes para la mucosa intestinal, favoreciendo el desequilibrio y el crecimiento de las candidas.
– Falta de nutrientes: Cuando padecemos desnutrición, las candidas tienen la oportunidad de crecer.
– Estado emocional bajo.
Síntomas
– Flujo vaginal anormal. Puede ser, de una secreción blanca líquida a un flujo blanco espeso y abundante.
– Ardor y picor a los labios y a la vagina.
– Dolor con las relaciones sexuales.
– Enrojecimiento e inflamación de la piel de la vulva, vagina y cuello del útero.
– Manchas blancas y secas en la pared de la vagina.
– Micción dolorosa.
– Fisuras en la piel de la vulva.
– Inquietud emocional respecto a la intimidad y sexualidad: La vagina es un espacio íntimo, cuando la mujer siente que su cuerpo o su intimidad es invalido, hay un contacto sexual o este no es como ella desea y no puede expresar o reconducir, aparece rabia y frustración que desequilibra el sistema inmunitario.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza examinando una pequeña cantidad de flujo vaginal con microscopio, si la infección no mejora con el tratamiento o reaparece muchas veces, se toma un cultivo.
Podemos acompañar el proceso:
– Eliminando azúcares y harinas refinadas.
– Reducir el alcohol, lácteos, levaduras, fermentados como el vinagre, tempeh, miso, te y salsa de soja.
– Plantas con acción antifúngica (extracto de levaduras de pomelo, pau de arco, orégano, etc).
– Equilibrar la flora bacteriana con probióticos/prebióticos.
– Tener en cuenta también posibles deficiencias nutricionales (dietas o suplementación).
– Tomar reparadores de la mucosa (vitamina A o ácidos grasos esenciales).
– Lavados vaginales con infusiones de Marrubio.
– Reflexión psicoemocional del momento que estamos viviendo.
– Dar vibración a la vagina con la piedra oxidiana.
– Tratamientos homeopáticos.
Autora: Maria Ortí Massaguer. Psicomotricista especialitzada en sexualidad, maternidad y crianza. http://www.cos.coop