La menstruación irregular es motivo de gran número de visitas médicas.
Teóricamente, se atribuye una duración de 28 días al ciclo menstrual, aunque la mayoría de mujeres tiene ciclos de menor y mayor duración. Poquitas son las mujeres que menstrúan puntuales cada 28 días.
El problema es que la irregularidad menstrual es muy incómoda cuando afecta a algo tan maltratado socialmente como es la menstruación. La falta de control sobre su aparición es molesto, pues hemos crecido aprendiendo que es algo a ocultar por encima de todas las cosas, por eso es tan importante poner una solución.
Que las primeras y las últimas menstruaciones de una mujer sean irregulares (en aparición, duración y forma) es completamente normal. En ambos casos el cuerpo se está acostumbrando a la nueva situación y la danza de hormonas se está ajustando. Tras los primeros meses la menstruación se regula y los ciclos pasan a ser aproximadamente repetitivos en baremos de entre 21 y 35 días.
Es importante realizarse controles médicos para garantizar que todo está en orden, pero si estamos sanas no importa que el ciclo sea un mes de 25 días, otro mes de 28 y el otro de 31. Es más que probable que todo esté bien.
Muchas veces (demasiadas), la medicina convencional trata la irregularidad menstrual como una patología, cuando en la mayoría de los casos se debe a desajustes del cuerpo que nada tienen que ver con la menstruación pero que se manifiestan a través de ella. La alimentación, el estrés, los nervios, la falta o el exceso de actividad física son solo algunos ejemplos. Por este motivo, recomiendo mucho el control del ciclo y de nuestro estado realizando un diagrama lunar durante varios meses (si se convierte en un hábito mejor que mejor) para comprobar si la irregularidad se debe a factores externos o si está acompañada de dolores o sensaciones físicas. Como siempre, conociéndonos podremos detectar cualquier anomalía y, lo que es más importante, dejaremos de considerar anomalía lo que simplemente no es matemático y exacto.
El remedio más utilizado contra la irregularidad menstrual es hormonarse químicamente por prescripción facultativa y eso, como ya se comentó en un artículo anterior, no es la mejor solución. Si la irregularidad menstrual es un problema, se puede tratar con métodos naturales como el aceite de onagra o la alimentación, pero la base, claramente, es encontrar la causa y tratarla.
Puede que no seamos siempre exactas pero, ¿acaso la Luna lo es?
Imagen: Mariam Cárcel. web: www.naiterra.es