Y tu ¿Cómo vives el día a día de tu menstruación?
Desde la publicación de “Luna roja” (M. Gray) y otras lecturas similares, parece que las mujeres nos hemos dado la vuelta para observar el camino que llevamos andado, y parece que nos hemos arrepentido.
Desde aquellas toallas caseras que utilizaban nuestras abuelas para la higiene durante la menstruación, hemos avanzado hasta las fantásticas copas menstruales (video-sugerencia: http://ow.ly/MTgs5) que hacen que ni siquiera tengamos que entrar en contacto con nuestra sangre.
Desde los preservativos de tripa de cerdo, hemos avanzado hasta los dispositivos intradermales y métodos anticonceptivos que incluso llegan a inhibir nuestra menstruación por varios meses, por supuesto, reduciendo las probabilidades de embarazo a menos del 1%
Hemos avanzado tanto a nivel individual y social…Tener el control de nuestros embarazos, decidir cuándo queremos ser madres, saber cuidarnos de las infecciones de transmisión sexual, (video-sugerencia: http://ow.ly/MTgTF) calcular con precisión el día y hasta la hora de nuestra próxima regla…No nos habíamos parado a mirar hacia atrás, no nos hacía falta ¿Por qué lo hemos hecho ahora?
“Todo vuelve” decían nuestras abuelas. Vuelven a llevarse prendas que en los ’90 nos horrorizaban y, por ello, no es de extrañar que en nuestra higiene íntima suceda lo mismo. “Cualquier tiempo pasado nos parece mejor” más económico, más ecológico, si tantos añadidos artificiales y es que, tú me dirás, ¿es más natural la tela de la abuela o el tampón hasta arriba de químicos que intentan vendernos? ¿Es más femenino sentir nuestra sangre caer mes a mes o ser la ejecutiva agresiva que ignora la influencia de la luna sobre su naturaleza?
Entiendo la postura, pero solo hasta cierto punto. Vayamos paso a paso: para ser económica y ecológica no hace falta estar incómoda, como tampoco hace falta utilizar métodos llenos de blanqueantes y otros químicos perjudiciales para nuestra salud.
Personalmente (y matizo que esta es mi opinión personal) las compresas me parecen incómodas y cero higiénicas. La humedad y la falta de transpiración no es saludable en ningún sentido, el descubrimiento de las copas menstruales para mi es todo un hito.
Poder olvidarme durante varias horas de que estoy con la regla me parece un gran lujo pero ¡Vaya! Ahora resulta que mi comodidad va en contra de mi sentimiento como mujer conectada con mi auténtica naturaleza. ¿Soy menos femenina por no dejar correr la sangre entre mis piernas? ¿Soy menos femenina si tomo hormonas de forma controlada para disminuir mis hemorragias o mis dolores?
En nuestro país existe una hormonofobia grandísima (video-sugerencia: http://ow.ly/MTh0N) pero, como dije alguna vez, no existe fobia ni al alcohol ni al tabaco, por no hablar de otras drogas. Un estrógeno artifical no es más perjudicial para la salud que un cigarrillo, pero eso nadie nos lo explica.
Sentirte y vivirte como mujer, conocer la influencia que tiene la luna o la naturaleza sobre nosotras, conectar emocionalmente con los demás, ser buena madre o buena amante, en definitiva, ser feliz con tu cuerpo y con tu espíritu…nada de eso tiene que ver ni con el método higiénico ni con el método anticonceptivo que elijamos.
No me cabe en la cabeza esa renuncia sistemática a la anticoncepción hormonal porque se cree que es mala, cuando muchas de quienes afirman esto tienen que faltar a su trabajo un par de días al mes porque se retuercen de dolor.
No entiendo quienes dicen, mientras se toman una cerveza y se fuman un cigarro, que no debemos usar un método que nos hace sentir cómodas porque hay que ser saludable y conectar más con nuestros cuerpos.
Hay muchas cosas que no entiendo y creo que a la mayoría de nosotras también nos faltan por entender. La primera: que estamos aquí únicamente para ser felices y, para conseguirlo, la fórmula de cada una debe de ser reflexionada, responsable e individual.
